Buscando mi nueva habitación(Privada)

Acababa de salir del despacho del director con una simple descripción de como ir a mi habitación, sabía que por mi solo no lo iba a encontrar, pero debía intentarlo ya que si no quedaría mal. Empecé a subir las escaleras que comunicaban un piso con otro, ya me encontraba en la segunda planta cuando me quise dar cuenta. Los peldaños eran pequeños, pero eran bastantes y costaba subir y bajar de un piso a otro. Cogí un poco de aire y con mi maleta en mi mano izquierda, mientras con la derecha me cogía a la barandilla para no caerme del cansacio.

Cuando subí del todo, me senté en el suelo y maldecí al arquitecto de este edificio, cuando acabé de coger aire, fuí a buscar mi habitación. Como no encontraba la mía y ví a una alumna en este pasillo, me acerqué sigilosamente y le pregunté con una sonrisa:

-¿Me puedes decir donde esta mi habitación?Soy el nuevo profesor...Ross a su servicio.

Mikayla pasaba con sus maletas por el pasillo, una en cada mano que la verdad pesaban bastante y en aquel instante deseaba tener super fuerza, pero no era así. Pasaba por el pasillo buscando su habitación, que ademas venia con compañera incluida y esperaba que no fuera ninguna mal educada o algo por el estilo. Alguien pregunto algo y no se percato de que era a ella hasta que se dio cuenta de que solo estaba ella y un hombre que era el que la había formulado. Examino su pregunta y recordó haberse leído el plano del instituto y pensó que no supondría gran dificultad encontrarla viniendo de Nashville.
- Bueno, si he leído bien estaría en el ala norte del edificio es decir, sigues todo recto doblas la esquina y de nuevo todo recto, bueno o eso creo... -Dijo dejando sus maletas a un lado y descansando un poco de ellas - Ah, y un placer profesor... -Añadió educadamente y esbozando una tímida sonrisa.

La chica era de pelo castaño y largo, buenas curvas y piernas y una bellísima cara. Parecía que las alumnas de este instituto eran muy guapas, esto me iba a gustar.

-Si el director me explicó bien este es el pasillo de las habitaciones de los profesores, así que no puede andar lejos.-dije mientras le sonreia-El placer es mio, puf. Ojalá tubiese el poder de teletransportarme a mi habitación o encontrarla en un momento-dije mientras soltaba la maleta-Pero almenos tengo a una alumna muy bella conmigo-dije con una sonrisa

Al escucharlo automáticamente se sonrojo, aunque mas de lo de costumbre. Siempre le pasaba eso, y lo odia, lo odiaba con todas su fuerzas. Cojio una bocanada de aire y la soltó disimuladamente.
- Eh, yo... Eh, gracias -Dijo aun algo nerviosa.
Se paso la mano por el pelo asegurándose de no estar despeinada, y se paso el pelo por detrás de la oreja sonriendo ya, mas calmada.
- Lo siento, aun no me he presentado... Mikayla Hope Blossom -Le contesto- Pero llámeme Mikayla -Añadió reanudando su sonrisa.

Parecía que se había puesto nerviosa y de paso sonrojado, no quería que se sintiese incómoda conmigo, así que con una sonrisa le dije:

-Bonito nombre, me gusta. Bueno, será mejor que busquemos nuestras habitaciones-dije mientras volvía a coger mis maletas del suelo-Pero empecemos por la tuya, ya que pareces mas perdida que yo-dije mientras volvía a las escaleras.

Mikayla se adelantó bastante, parecía que sabía a donde iba, así que no iba a tener problema a la hora de guiarse, almenos era nueva como yo. La seguí lo mas rápido que pude, pero como era mas joven me podía ganar en aquella carrera, pero igualmente no me quedaba atras.

-No te preocupes, ahora mismo te lo iba a preguntar yo lo mismo.-dije mientras bajaba a su lado-Puedo sentir y controlar las emociones de los demas como a mi me plazca, pero no te preocupes...contigo no lo haré-dije con una sonrisa-¿Y tú?

Asintió algo sorprendida, la verdad no le gustaba el poder, pero era bastante bueno, y útil, para combates y demás si lo sabias usar. Sonrió dulce antes de decirle su poder, le habían dicho que era un poder muy fuerte y bueno, pero como siempre si lo sabias usar pero también peligroso si no lo usas con cuidado.
- Bueno, pues controlo el fuego... Es decir piroquinesis -Le contesto aun sonriente.

Ya habiamos llegado al rellano de la planta de las habitaciones de los alumnos, cuando bajé del todo dejé la maleta y dí un gran suspiro de alivio por dejar de bajar las dichosas escaleras y lo peor era que las tendría que volver a subir por mi caballerosidad.

-Interesante poder, pero debe de ser peligroso sin control. ¿Lo controlas lo suficiente para no provocar incendios?-pregunté con una sonrisa, en parte lo hacía para picarla.

Poco a poco y sin darnos cuenta llegamos a su habitación, por los pasillos no se veía a nadie lo que significaba que ya era muy tarde. Dejé las maletas al lado de las suyas para poder estirarme tranquilamente.

-Vaya, deberias de llevar un cartel a tu espalda que dijese: Cuidado que quema.-dije respondiendole a sus ironias-No te preocupes puedo encontrar mi habitación yo solo, pero antes...-dije mientras dibujaba una pérfida sonrisa en mi boca.

Pusé la mano delante de la cara de Mikayla y le transmití una sensación de ansiedad, seguida de un sentimiento de atracción hacía mi persona, pronto estaría pegada a mis pies, eso por hacerse la mayor conmigo.

- Mmm... La verdad es que si, porque mi temperatura normal es como si tuviera fiebre pero no me preocupa en absoluto... -Dijo mientras abría la puerta y hacia un intento de entrar sus maletas sin molestar a su compañera.
Derrepente sintió algo raro mientras le escuchaba, como una mezcla de ansiedad que no sabia porque, y atracción por el profesor, ¿Como puede gustarme este? Se pregunto en su mente, echándole una mirada, la verdad estaba bien... ¿Pero que digo? Se dijo sorprendida.
Finalmente suspiro, y se quedo a mitad de la puerta.
- Adiós, supongo -Dijo mientras le miraba.

Me respondió a mi ironia con mas ironia, parecía que tendría que domarla para poder hacer algo con ella, ninguna chica para mí era imposible, al final cedería.

-¿Te pasa algo?-dije mientras me miraba de reojo, parecía que el nivel 1 de mi poder le había afectado solo un poco, era buena y terca-Veo que ya me quieres echar-dije mientras me ponía a su lado aunque me estubiese dando la espalda.

Se dio la vuelta al escucharle de nuevo, y al ver que estaba justo detrás de ella se echo un poco para atrás un poco sonrojada. Echo una mirada a la habitación antes de contestarle, su compañera dormía pero aun así no quería hacer ruido.
- No, claro que no me pasa nada y no es que te quiera echar, si no que se supone que tendrías que estar en tu habitación y no estar de aquí para allá con las maletas, ya que parecen pesar bastante y seguro que tu ya no estas para esos trotes -Dijo sonriedole.

Me fijé en que tenía una compañera de habitación y que estaba durmiendo. Maldita sea, parece que tendría que esperarme por el momento.

-Veo que no estas sola, no te preocupes puedo de sobra con las maletas. Bueno pues me voy, porque me echas-dije fingiendo una tristeza terrible mientras cogia mis maletas.

Asintió, no la conocía ya que había llegado hoy pero le daba igual tan solo quería caerle bien y nada mas. Se aparto el flequillo de un lado para dejar ver mejor sus ojos celestes cristalinos.
- No, pero no la conozco la verdad... -Comento.
Le observo parecía estar triste porque según el, "Le echaba". Pero si fuera por ella lo dejaría pasar si es lo que quería aunque no estaba bien visto.
- ¡Ey! Yo no te estoy echando, el que se va eres tu -Le reprocho mientras aun le miraba con las maletas.

Mi númerito estaba haciendo efecto, alemos podría estar con ella un poco mas. Lo que mas me gustó fue sus ojos azules, los cuales cautivaron mi mirada durante unos fugaces segundos.

-¿Seguro que quieres invitar a un carroza como yo a tu habitación?-dije poniendo cara de gatito indefenso-Prometo no hacer mucho ruido, solo es dejarte y ver que no quemas tu habitación con tu compañera dentro-dije mientras le cogía del metón para observar de nuevo sus ojos.

Hizo que se lo pensaba un poco solo para hacerle sufrir, pero al ver la carita que ponía claramente le iba a decir que si. Al instante la cogió del mentón, pero con delicadeza y no bruscamente.
- Bueno, pero solo por hoy... - Le contesto sonrojada- Y yo no voy a quemar nada, ya he dicho que es solo cuando me enfado... -Añadió.

Me quedé observándola, parecía que era de fácil sonroje eso me gustaba de ella aparte de su fuerte carácter. Sus ojos eran como un cielo azul sin nubes, dejando ver el color en su estado natural.

-Me gustan mucho tus ojos, son como el cielo sin nubes-dije mientras seguía cogiendo su metón-Tu novio debe de ser muy afortunado, ya que puede disfrutar de esta vista cuando quiera-dije mientras esbozaba una sonrisa, pero que no dejaba ver mis dientes.

-¿Enserio una belleza como tú no tiene novio?-dije con una sonrisa-Entonces, espero que no te importe esto-dije mientras sujetaba el metón y poco a poco acercaba mi cara para darle un beso en los labios, fue un pico rápido sin llegar a lengua, ya que no quería presionarla. Cuando acabé le pregunte-¿Te a molestado?

Parecía que había logrado el efecto deseado, buena cosa, no me hubiese gustado que le hubiese molestado aquel acto mio. Me apollé con la espalda en el marco de la puerta mientras con los brazos me apoyaba en el marco de enfrente dejando a Mikayla en el medio.

-Me gusta cuando te sonrojas, me alegro de que no te moleste.-dije con una dulce sonrisa

-Parece que este instituto tiene sus cosas buenas-dije mientras acariciaba de nuevo su mejilla derecha-Pero las niñas pequeñas no tienen tu cuerpo, tu belleza y tus espectaculares ojos.

El tiempo se detuvo a nuestro alrededor, notaba como un aire mágico nos envolvía a los dos. Sin pensarlo ni un momento mas me lancé a su boca, pero esta vez jugaba con su lengua, mientras con los brazos la sujetaba en el aire, pero cerca de mí.