Mikayla llego algo adormecida al comedor, ademas de que se notaba.
Llevaba el pelo algo revuelto, algo que si estuviera mas despierta lo arreglaría enseguida, su ropa estaba algo arrugada y caminaba con lentitud.
Se sentó en un banco frente a una mesa, donde no había nadie y cogió varias manzanas rojas que pronto a unas de ella le dio un mordisco. Era bastante pronto, y casi era la única que estaba levantada. Había pasado una mala noche a causa de diversas pesadillas entre otros. Miro a su alrededor y después a la entrada y se quedo mirando haber si entraba alguien, mientras seguía mordisqueando una manzana.